AQUÍ PUEDES VER MIS DIBUJOS, DISEÑOS Y MUEBLES TRANSFORMADOS, QUE HE REALIZADO A TRAVÉS DE LOS AÑOS. ESPERO QUE TE GUSTEN. GRACIAS.

jueves, 17 de octubre de 2013

Diseño de tarjeta para Carmen.



Mi amiga Carmen, está montando un salón de belleza para perros. Bueno, ella que es muy modesta, aunque muy cualificada, lo llama "Peluquería para tu mejor amigo", así, con mucha humildad. Pero su humilde peluquería, contará hasta con un spa para baños con oligoelementos y ozono, para tratamientos dermatológicos, lo cual me parece muy  bien y estoy seguro que ayudará a tratar y solucionar problemas de muchas criaturas afortunadas. También estoy seguro de que estas cosas, de preocuparse y cuidar a los animalitos, escandalizan a muchos.




A esos que siempre dicen que preocuparse de los perros, habiendo tantos niños necesitados...

Primero: Esos que se escandalizan  tanto por que se quiera, mime y cuide a nuestros queridos amigos cuadrúpedos, no lo hacen en absoluto ante el maltrato animal, abandono e incluso asesinato, por parte de muchos, demasiados cazadores y otros muchos que no lo son.

Segundo: Con todos los que somos, unos se puede ocupar y preocupar de los niños necesitados y otros de los perros. ¡Y todos tan contentos!

Y tercero: Esa clase de personas tan indignadas, en realidad no hacen nada por los niños ni por los perros, así que, les jodan!

Y también están los que parecen preocuparse tanto por estos animales, cosa que es falsa, y creen que cualquier cosa de este tipo, de peluquerías y spas para perros, es denigrante para ellos. No, mire usted, quererles, mimarles y cuidarles hasta el exceso, nunca es denigrante.





Es denigrante otro tipo de trato que comienza con el desprecio, maltrato y abandono, y termina con lo peor.




Bueno, como es mi costumbre, vuelvo a divagar.

El caso es que Carmen me pidió si le podía hacer un diseño para una tarjeta. ¡A mí! ¡Con lo desengrasado que estoy! He perdido la costumbre de dibujar y diseñar. Pierdes práctica y se nota, pues cada cosa que visualizas en tu cada vez más, limitado cerebro, te supone un esfuerzo. Y la inspiración puede actuar de formas muy misteriosa. Uno ya nunca sabe cuando se le encenderá la bombilla.

Después de mostrarle unos bocetos y la idea final, vía e-mail, Carmen pareció muy contenta con lo que vio.






Pero luego, vino un debate o consenso o encuesta, o lo que fuera aquello, por medio de WhatsApps, con el resto de amigas, sobre si el lacito de la bella perrita, debía ir en rojo, como el nombre en la tarjeta, o sin color. Nunca tratéis de llegar a un entendimiento con cuatro mujeres muy convencidas de lo que piensan, por mucho que tú, vulgar mortal y con infinidad de inseguridades también lo estés. Yo era el único (incluido mi hermano Oliver) que, a pesar de sentir devoción y obsesión por el colorín, pensaba que el el lazo rojo restaría efecto al nombre en rojo. Al final, fue en rojo, por supuesto, aunque tampoco me parece mal, que conste. Lo que es de agradecer, es que todas me dijeran en esos WhatsApps que les había gustado mucho y que yo era un artista. ¡Y lo decían con varias admiraciones!





No hará falta decir, para los listos y amigos de lo ajeno,
 que ha sido registrado tanto el dibujo como el logo, etc.





Y espero que no resulte muy pretencioso decir eso, pero justo hace unos días, buscando fotos de Alaska en Google, me encontré con esto:






Aclararé, que ese dibujo de Alaska en esa camiseta, es mío. Alguien ha decidido en esa conocida web de camisetas, que era interesante para ganar dinero. En mí no pensaron, por supuesto. Es más, como autor de esa camiseta, venía un nombre que no es el mío. Pero ese dibujo, realizado para un concurso de carteles de la sala Rockola de Madrid hace siglos, lo he mostrado ya varias veces en mis blogs.






Una decidida llamada telefónica de Oliver a esa web y al día siguiente desapareció esa camiseta de ese sitio.

Y ya sabéis que en San Lorenzo de El Escorial, pronto se abrirá un lugar llamado "La pelu de Carmen", que será un lugar fantástico para que Carmen lave, corte y peine a tu mejor amigo.






Pero es que, no abundan muchos como ella, queriendo y tratando a estas criaturas como se merecen. Si los que pueblan su casa pudieran hablar...




Aunque a mí, me mande WhatsApps con fotos de sus cigarrillos recién liados, para torturarme, sabiendo lo mucho que me contengo para no fumar...

¡Eso sí, llamadla CARMEN, así a secas! ¡Nunca Carmencita, o Doña Carmen! ¡Estáis avisados!

¡Volveré a poner la tarjeta!






Un beso y la mejor de las suertes para ti, Carmen.